¿Cachai lo que es despertar con los cerros pegados a la ventana, tomar once a las seis de la tarde y discutir de fútbol como si fuera religión? Si estás pensando en echarte un pie a Chile, este rincón del mundo te va a sorprender —para bien y, a veces, pa’ la escoba—. Aquí te contamos, con la franqueza del chileno promedio, los pros y contras de vivir en esta tierra de terremotos, vino pipeño y contradicciones que ni los políticos entienden
Lo Bueno: Razones Pa’ Enamorarse de Chile
1. La Naturaleza Es Nuestra Cuña
Acá la geografía es brígida. Imagina: ¡Tenemos desierto, glaciares, playas y bosques en un solo país! Si eres fanático del trekking, el norte con el Valle de la Luna te va a dejar con la escoba. Y en el sur, la Carretera Austral es puro instagrameo con sus lagos espejo y esos alerces milenarios que hasta parecen sabios. ¿Lo mejor? Que los fines de semana, cualquier chileno medio pelo se manda una escapadita a las termas de Chillán o a comer curanto en Chiloé. Eso sí, no le digas a nadie que no sabes armar una carpa… ¡quedai como fome!
2. La Plata: Si Le Mueves el Poncho, Hay Lucas
Chile no es Dubai, pero si te rascas con tus propias uñas, la economía es de las más estables en Latinoamérica. ¡El sueldo mínimo está por los $460.000 líquidos! (2023), aunque en Santiago eso se te va como agua en el desierto con el arriendo y la cuenta del Jumbo. Eso sí, si tienes pega en minería (en el norte), tecnología (en el “Sanhattan” santiaguino) o hasta en los viñedos de Colchagua, puedes vivir como rey. Ah, y no olvides el Start-Up Chile: si tienes una idea wena pa’ emprender, el Estado te tira unos pesos pa’ partir. ¡Pero ojo! Que la competencia es más feroz que una gallina en un corral chico.
3. La Salud y Educación: Cachai la diferencia entre FONASA e ISAPRE?
Aquí hay dos Chiles: el que va a la pública y el que paga privado. Si eres cuico, te vas por una ISAPRE y te atienden más rápido que decir “¡Aló, Concepción!”. Pero si eres mortal, el FONASA te salva las papas… aunque la espera pa’ un especialista puede ser más larga que la fila del Transantiago en hora punta. En educación, las universidades como la Chile o la Católica son top en Latinoamérica, pero estudiar ahí sale más caro que comprar palta en invierno. Eso sí, las becas como la Beca Nuevo Milenio o la Gratuidad ayudan a no terminar endeudado hasta las cachas.
4. La Cultura: Aquí Todos Somos “Huevones” (Con Cariño)
El chileno es agrandado al principio, pero una vez que te ganas su confianza, te invitan a un asado aunque no tengas ni un peso. Las juntas son sagradas: desde el partido de la Roja hasta el 18 de septiembre, donde comemos empanadas hasta reventar y bailamos cueca aunque parezcamos pollos espinados. Y si de arte se trata, Valparaíso es como un museo al aire libre con sus grafitis y sus cerros que desafían la gravedad. Eso sí, acostúmbrate a que te pregunten “¿De qué cuadro eres?” antes de saber tu nombre.
5. Seguridad: No Somos Venezuela, Pero Tampoco Suiza
Comparado con otros países de la región, Chile es tranquilo. La tasa de delitos violentos es baja, pero en el centro de Santiago o en Estación Central, mejor no andar regalando el iPhone como si nada. Eso sí, en pueblos chicos como Pucón o Frutillar, hasta puedes dejar la puerta sin llave. ¡Pero jamás subestimes a los lanzas en las micros!
Lo Malo: Los “Pero” Que Te Pueden Dar Vueltas el Mate
1. El Costo de Vida: ¿Vivir con Lucas o Sobrevivir?
¡Ay, amigo! Si ganas el mínimo, prepara el bolsillo. Un arriendo en Providencia te puede costar $600.000 al mes, y si quieres comprar pan, leche y huevos, la cuenta del almacén se te va a las nubes. Y ni hablar de la bencina: está más cara que el litro de champán. Si eres extranjero y trabajas pa’ fuera (en dólares o euros), vas a vivir como piola, pero si dependes del sueldo local, mejor aprender a hacer rendir las lucas. ¡Ah! Y el IVA del 19% aplica hasta pa’ comprar un chicle…
2. Chile: Un País Largo y Aislado (Como la Suegra)
Vivimos en el fin del mundo. Un vuelo a Miami demora 8 horas, y si quieres ir a Europa, prepárate para escalas eternas y jetlag de una semana. Eso encarece todo: importar algo de AliExpress sale el doble, y los viajes internacionales son un lujo pa’ pocos. Pero, eso sí, los chilenos compensamos viajando por el país: ¡ser patiperro es casi un deporte nacional!
3. Desigualdad: Entre Cuicos y Flaites
Aquí la brecha social es más ancha que el Cañón del Colorado. Mientras en Vitacura hay autos último modelo, en La Pintana hay sectores donde falta hasta el agua potable. El 1% más rico gana 30 veces más que el 10% más pobre, y aunque las marchas del 2019 pusieron el tema en la palestra, la cosa sigue igual que un perro dando vueltas pa’ acostarse. Eso sí, el chileno es luchador: aunque le falte, siempre hay una manera de arreglárselas.
4. Temblores: Aquí la Tierra Baila Cueca
Si no te gustan los sismos, mejor quédate en Dinamarca. Chile es el país más sísmico del mundo, y aunque las casas son antisísmicas (gracias a normativas estrictas), el susto no se lo quita nadie. Desde el terremoto del 2010 (que partió al país en dos) hasta los temblorcitos de cada mes, acá todos tenemos una mochila de emergencia. “¿Temblor? Ya, ya pasa…”, decimos mientras seguimos tomando el té.
5. Burocracia: Trámites Más Lentos Que Fila en el Registro Civil
Sacar una visa, legalizar un título o incluso pagar una cuenta puede ser una odisea. Los chilenos le decimos “tramitología” a este infierno de papeles, firmas y ventanillas cerradas. Por ejemplo, para abrir una empresa, necesitas más paciencia que pescador en día de mala marea. Eso sí, en los últimos años han mejorado con trámites online… aunque la página del SII sigue colapsando en abril.
¿Vale la Pena? Depende… ¿Te Tinca el Charquicán?
Chile no es para todos. Si eres de los que les gusta el orden, las oportunidades laborales y las panorámicas brutales, este es tu lugar. Pero si no aguantas el frío sureño, el smog santiaguino en invierno o la mentalidad “a la chilena” (donde todo se resuelve con un “ya, po”), mejor piénsalo dos veces.
Tips Pa’ No Quedar Como Gallo en Corral Ajeno:
- Aprende el chilensis: Si no cachai palabras como “al tiro”, “caña” (resaca) o “cuático”, vas a andar perdido.
- Hazte amigo de la once: Las 6 PM es sagrada. Pan, palta y té… ¡nada de once sin marraqueta!
- No critiques a la selección chilena: Aunque perdamos 7-0, aquí la Roja es intocable.
Un País Que Te Hace Echar Raíces (Aunque Te Quejes)
Vivir en Chile es como tener un pololo complicado: te saca canas, pero no lo cambiarías por nada. Entre la belleza salvaje de sus paisajes, la calidez de su gente (cuando se quita la coraza) y esos atardeceres en el Lago Llanquihue que parecen pintados, este país te atrapa. Eso sí, prepárate para lidiar con precios caros, trámites eternos y esa típica frase que resume todo: “En Chile todo es posible… pero difícil”.
¿Te animas a probar? Si la respuesta es sí, bienvenido al club. Y si no, al menos ven de vacaciones… ¡pero cuidado! Que muchos llegan por un mes y se quedan pa’ toda la vida.
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