¡Alerta en Chile! Estos son los rubros donde las mujeres aún ganan menos (y la lucha por la equidad no se detiene)
En un país lleno de talento y diversidad como Chile, aún persisten realidades que duelen: miles de mujeres trabajan jornadas completas, aportan con su expertise y compromiso, pero al final del mes, su sueldo no refleja su valor. Pese a los avances legales, como la Ley 20.348 que promueve la igualdad salarial, la brecha sigue siendo una sombra en sectores clave. ¿En qué industrias se concentra esta desigualdad? ¿Por qué ocurre? Y, sobre todo, ¿cómo podemos cambiarlo?
1. Tecnología e Informática: Innovación con un precio desigual
Aunque Chile aspira a ser un hub tecnológico en Latinoamérica, las profesionales de este rubro enfrentan una paradoja: son minoría (solo el 18% según el Ministerio de la Mujer) y ganan hasta un 25% menos que sus colegas hombres en roles similares. Carolina, ingeniera en computación de 32 años, lo explica con crudeza: “En mi primera entrevista, me ofrecieron $200.000 menos que a un compañero de la misma universidad. Cuando pregunté por qué, me dijeron que ‘él tenía más responsabilidades’. Pero ambos éramos solteros, sin hijos”.
La falta de políticas claras de equidad en startups y empresas tradicionales, sumada a estereotipos de género, perpetúan esta brecha.
2. Salud y Cuidados: Vocación vs. Reconocimiento Económico
Las mujeres representan el 72% del sector salud, según la Superintendencia de Salud, pero en roles como enfermería o técnicos de laboratorio, los salarios son hasta un 30% inferiores a los de profesiones masculinizadas con similar formación. Y aunque son las heroínas de la pandemia, muchas viven con sueldos que apenas superan el mínimo, especialmente en regiones como La Araucanía o Biobío. “Atiendo 12 horas diarias en un consultorio, pero no me alcanza para pagar un preuniversitario para mi hija”, confiesa Marta, enfermera de Concepción.
3. Educación: Formando futuro, ¿pero a qué costo?
El 80% de los docentes en Chile son mujeres, pero directores de colegios y cargos administrativos (mejor remunerados) siguen siendo ocupados mayoritariamente por hombres. Un estudio de Elige Educar reveló que en educación básica, la brecha salarial llega al 18%. “Llevo 15 años enseñando, pero cuando postulé a la dirección, prefirieron a un colega con menos experiencia”, relata Daniela, profesora de Rancagua.
4. Agroindustria y Minería: La tierra fértil… ¿para quién?
En la agricultura, donde el 34% de la fuerza laboral es femenina (INE), las temporeras ganan hasta $50.000 menos al día que los hombres, incluso realizando las mismas labores de cosecha. Y en minería, aunque hay avances en inclusión, solo el 9% de los puestos operativos son ocupados por mujeres, quienes además enfrentan techos salariales más bajos. “Trabajo en una viña haciendo podas pesadas, pero el jefe dice que ‘los hombres necesitan más porque mantienen a sus familias’”, denuncia Javiera, madre soltera de Curicó.
5. Finanzas y Banca: El dinero no es neutro
Aunque el 52% de los empleados en el sector financiero son mujeres, solo el 17% ocupa gerencias generales (Comisión para el Mercado Financiero). Además, en cargos ejecutivos medios, como analistas o jefaturas, la diferencia salarial ronda el 22%. “Me capacité en inteligencia artificial aplicada a inversiones, pero mi aumento salarial fue la mitad del de mi compañero”, revela Fernanda, analista en Santiago.
¿Cómo romper el ciclo? Acciones concretas para avanzar
La inequidad no es un problema individual, sino sistémico. Sin embargo, hay pasos que empresas y trabajadoras pueden tomar:
- Negociación salarial informada: Usar herramientas como el Portal Mi Salario del Ministerio de la Mujer para comparar remuneraciones.
- Políticas de transparencia: Exigir a las empresas que publiquen rangos salariales por cargo, sin distinción de género.
- Fortalecer redes: Colectivos como Mujeres Ingeniosas Chile o Women in Mining brindan mentorías para crecer en rubros masculinizados.
La equidad no es solo un derecho: es un motor para el desarrollo de Chile. Cada sueldo justo, cada oportunidad equitativa, no solo cambia la vida de una mujer, sino que construye un país más digno para todos.
¿Has vivido esta realidad en tu trabajo? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios y sumemos voces para la transformación!
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